1.- Problemas digestivos
Incrementa el riesgo de padecer algún tipo de trastorno gastrointestinal y dolor en la parte alta del abdomen o también conocido como dispepsia.
2.- Obesidad y diabetes
Cuando no se logra conciliar el sueño, se segrega una hormona conocida como grelina, asociada con el incremento del apetito.
3.- Daño cerebral
A largo plazo este mal hábito puede influir en el deterioro cognitivo y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o problemas del sistema nervioso.
4.- Desequilibrio emocional
La somnolencia es una causa principal de estrés, ansiedad y otras alteraciones emocionales que pueden provocar un desequilibrio.